En una emotiva ceremonia de titulación de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido, se destacó el papel trascendental que juega la arquitectura no solo como una manifestación estética, sino como un instrumento de convivencia y utilidad práctica.
Cientos de madres, padres, familiares y amigos, acompañaron en el Aula Magna de la Universidad de Santiago de Chile a las(os) nuevos graduados de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido del plantel. En el evento, las autoridades invitaron a los nuevos profesionales a ampliar su visión de la arquitectura, considerándola como un llamado a la acción y una oportunidad para vincular acciones creativas con los desafíos de los tiempos actuales, abordando desde los problemas ambientales hasta la creación de espacios públicos inclusivos, favoreciendo la integración de los espacios construidos a las funciones sociales para adquirir su verdadero poder transformador en la sociedad actual.
“Nos enfrentamos a desafíos ambientales, al crecimiento de nuestras ciudades y a la necesidad de repensar los espacios públicos”, afirmó Alexander Carbonnel, director de MIDA, Máster Integrado en Diseño Arquitectónico, quien destacó la visión pionera de la Escuela hace 12 años al ofrecer un programa conjunto de arquitectura y maestría, reconociendo la complejidad actual que demanda una formación integral.
El director de la Escuela David Cabrera Hinojosa resaltó el compromiso de las(os) graduadas(os) con el propósito y servicio a las comunidades, destacando el tiempo y esfuerzo que los estudiantes han dedicado para estudiar y contribuir al campo de la arquitectura.
En el marco de la ceremonia de titulación, se otorgaron reconocimientos académicos a destacados estudiantes. Sofía Wassaf Fuentes, Matías Jiménez Fariña y Damián Chávez Orellana fueron distinguidos por su excelencia académica. Además, se entregó el “Premio Alma Mater” a Sol Aravena Taramasco, en reconocimiento a su dedicación y compromiso con los valores y principios institucionales.
El evento también sirvió como un momento de reflexión y agradecimiento por los desafíos superados durante la formación. “Fuimos la generación que enfrentó la pandemia, los paros, pero también nos convertimos en una gran familia”, recordó el egresado Yorli Lillo. Desde la creación de equipos deportivos hasta el apoyo mutuo en momentos de dificultad académica, los graduados expresaron su gratitud hacia aquellos que los acompañaron en este viaje hacia la graduación.
La ceremonia no solo marcó el final de una etapa académica, sino el inicio de una nueva responsabilidad para estos arquitectos y arquitectas, quienes se graduaron con el firme propósito de mejorar el mundo a través de su profesión.
Unidad de Comunicaciones Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido, FARAC, USACH.