En su exposición Mathias Klotz presentó una variedad de obras con enfoques minimalistas integrados con el paisaje natural.
Con un auditorio completo, el Centro de Estudiantes de Arquitectura (CEARC) USACH organizó este martes la charla magistral que brindó el arquitecto chileno Mathias Klotz. El conversatorio fue moderado por el profesor Pablo Montesinos en el marco del Taller Arquitectónico de primer año, que permitió a los estudiantes conocer de primera mano las experiencias y reflexiones del destacado y premiado arquitecto, su obra y trayectoria a lo largo de más de tres décadas.
Durante la charla, Klotz presentó una selección de sus proyectos más representativos y compartió anécdotas sobre los desafíos de ejercer la arquitectura en distintos contextos locales e internacionales. Destacó cómo, ante el exceso de trabajo, ha optado por asociarse con arquitectos locales con los que colabora para desarrollar proyectos que impactan directamente en las comunidades.
Klotz recordó uno de los hitos más relevantes de su carrera: el premio que obtuvo en Italia en 2001 por su proyecto Casa Altamira. Compartió también cómo, en los inicios de su carrera, trabajaba desde su casa, espacio que después convirtió en una oficina donde clientes y estudiantes se convierten en colaboradores esenciales para la evolución de las obras.
Uno de los aspectos que más enfatizó fue la importancia de la experiencia espacial en la arquitectura. “No da lo mismo el lugar al que uno entra”, afirmó, resaltando cómo sus obras buscan siempre optimizar la relación entre los espacios interiores y la naturaleza circundante. Entre las anécdotas más personales, relató la construcción de su primera casa para su madre en Tongoy, donde desarrolló una planta eficiente con una conexión directa entre los niveles superiores.
Además, Klotz reflexionó sobre su experiencia trabajando fuera de Chile, mencionando proyectos en Buenos Aires, Uruguay, China y diversas localidades de su país. Estas experiencias lo llevaron a encontrar formas de seguir normativas municipales sin perder la identidad arquitectónica que lo caracteriza.
A lo largo de la exposición, el profesional mostró más de diez proyectos emblemáticos, describiendo cómo enfrenta las dificultades técnicas y la falta de mano de obra calificada, una problemática que, según él, afecta a la industria en Chile. En este sentido, hizo un llamado a mejorar la industrialización de los procesos constructivos y subrayó la importancia de que los estudiantes se involucren en prácticas de obra prolongadas para adquirir conocimiento práctico.
Como mensaje final a los estudiantes, el arquitecto los animó a no temer al fracaso y a tomar riesgos en su proceso formativo: “El que no arriesga nada, no avanza. Somos imprescindibles, así que fallen, pero nunca dejen de intentarlo.” También los instó a considerar siempre el contexto geográfico, climático y de servicios antes de buscar soluciones arquitectónicas.
Estudiantes como Sofía Flores, integrante del Centro de Estudiantes de Arquitectura, enfatizó en que fue un evento importante y enriquecedor para la formación de la escuela como estudiantes.
Joseph Rifo, vicepresidente del Centro de Estudiantes de Arquitectura destacó que “un espacio de charla para una Escuela de Arquitectura es esencial para generar debate, aprender sobre la práctica profesional tanto en lo académico como en el oficio”.
Este encuentro brindó a los asistentes una valiosa oportunidad para aprender del recorrido profesional de Klotz y recibir consejos prácticos para enfrentar los desafíos de la arquitectura contemporánea.