El 01 de enero de 2023, el rector Rodrigo Vidal Rojas firma el Decreto Exento que establece una nueva estructura orgánica para la Universidad de Santiago de Chile y, de manera histórica, instruye la creación de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido (FARAC).
Esta nueva facultad surge con el propósito de constituir un espacio interdisciplinario destinado a abordar la diversidad y complejidad del habitar humano en el entorno construido. Entre sus principales líneas de desarrollo se encuentran los estudios sobre el hábitat, el territorio urbano y la sostenibilidad ambiental.
Desde hace algunos años, la noción de “ambiente construido” ha adquirido un carácter operativo desde una perspectiva amplia, que integra la formulación, diseño, gestión y administración del espacio físico donde se desarrollan las actividades humanas, así como del territorio que incide en dicho desarrollo.
En el actual contexto de crisis ambiental y creciente antropización del territorio, se vuelve indispensable abordar el ambiente construido en una escala más amplia, incorporando el ordenamiento territorial, los estudios urbanos y la gestión del territorio. Para ello, es necesario ampliar el campo disciplinar de la arquitectura y establecer condiciones que favorezcan la colaboración interdisciplinaria, con el fin de enfrentar de manera compleja e integral los desafíos de la habitabilidad del territorio. Esto implica, entre otras cosas, integrar el diseño urbano como una dimensión clave del quehacer arquitectónico.
La creciente precariedad en la calidad de la vivienda urbana, el aumento de la densidad habitacional, el deterioro progresivo del entorno natural debido al uso intensivo de recursos y a la expansión descontrolada de las ciudades; la inequidad en el acceso a la vivienda digna; la falta de equipamiento, servicios y oportunidades para vastos sectores de la población; el colapso parcial de los sistemas de transporte metropolitano; así como la mayor frecuencia de catástrofes y emergencias, configuran una realidad que demanda respuestas de mayor alcance. Esta situación exige profesionales capaces de situarse en la complejidad del habitar, dotados de una alta capacidad creativa e innovadora que complemente las competencias tradicionales.
En esta tarea, que requiere superar la habitual fragmentación del conocimiento, la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido aspira a fortalecer la colaboración interdisciplinaria, tanto al interior de la propia facultad como con otras unidades académicas, proyectando el sello de excelencia que distingue el quehacer de la Universidad de Santiago de Chile.