Estudiantes de Arquitectura USACH participan en proyecto para el Museo Memorial Villa San Luis: obtuvieron el tercer lugar

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El miércoles 11 de junio, en una emotiva ceremonia realizada en el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda, se desarrolló la premiación del concurso nacional para el diseño del Museo Memorial Villa San Luis, instancia en la que dos estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago de Chile, Alonso Leiva y Joseth Rifo, obtuvieron el tercer lugar junto al equipo liderado por la arquitecta María Pilar Pinchart.

La propuesta destacó entre 61 postulaciones recibidas en el marco de una convocatoria impulsada de manera conjunta por el Estado, la Constructora e Inmobiliaria Presidente Riesco y las familias desalojadas de la Villa San Luis de Las Condes. El objetivo de esta iniciativa fue recuperar el Block 14 y transformarlo en un espacio de memoria, reflexión y promoción de los derechos humanos.

El jurado del concurso estuvo compuesto por representantes del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural; de la Fundación Desalojados Villa San Luis; de los equipos participantes; del Colegio de Arquitectos de Chile; de la Asociación de Oficinas de Arquitectos; y de la Constructora e Inmobiliaria Presidente Riesco.

El proyecto

El equipo, liderado por María Pilar Pinchart, estuvo conformado por Alonso Leiva y Joseth Rifo, estudiantes de Arquitectura USACH, junto a la paisajista Carmen Brücher y el ingeniero estructural Enzo Valladares. También participaron destacados consultores en diversas especialidades: Marisel Thumala en museografía, Harold Meshner en acondicionamiento ambiental, Pablo Oyola en ingeniería eléctrica y Patricio Moya en ingeniería sanitaria.

El diseño se caracteriza por ser una intervención cuidadosa y consciente, que se separa de la estructura existente —la cual se conserva en hormigón visto— y emplea cobre y malla de cobre como materiales principales. Estos elementos aluden directamente a la nacionalización del cobre impulsada por el gobierno de Salvador Allende, quien también fue impulsor original de la Villa San Luis.

El enfoque de restauración permite distinguir entre la obra nueva y la estructura original, limpiando y recuperando el exterior e interior, excepto en los sectores demolidos, donde se conservan las ruinas como soporte de la memoria y de la exposición.

En el segundo piso, el alzaprimado existente se transforma en soporte expositivo, y se incorporan espacios como un cowork y un comedor popular, que reinterpretan la estética del edificio UNCTAD III (actual Centro Cultural Gabriela Mistral).

El espacio exterior se plantea como memorial activo: una lámina de agua compuesta por 27 placas de cobre (cátodos) apoyadas sobre mil cortes de cañería de cobre, en alusión a los 27 bloques de vivienda demolidos y las mil familias erradicadas. La arquitectura busca así dirigir la mirada hacia el nuevo proyecto inmobiliario que ocupa el lugar original, generando una reflexión crítica sobre el presente y el pasado del territorio.

Los participantes

Alonso y Joseth recuerdan que comenzaron a trabajar junto a la arquitecta María Pilar Pinchart cuando ella hacía clases en la Universidad de Santiago. “A los dos nos hizo clases en segundo año. Fue entonces cuando vio el potencial y la motivación que teníamos como estudiantes, y nos invitó a participar en concursos públicos”, relata Joseth.

Ambos cuentan que se enteraron del concurso para el diseño del museo memorial en septiembre del año pasado, mientras trabajaban en los Encuentros Estructurales que se realizaron en el MUT. “Al principio dudamos en postular, pero comprendimos que era una gran oportunidad, sobre todo por la relevancia que tiene la Villa San Luis en la historia de nuestro país”, destaca Alonso.

Desde ese momento, Alonso y Joseth se integraron a un equipo multidisciplinario encargado de abordar las distintas dimensiones del proyecto. “Tuvimos dos meses para desarrollar la propuesta dentro del plazo oficial, y luego esperamos dos o tres meses más hasta conocer los resultados”, explica Joseth, quien valora el tercer lugar obtenido entre más de 60 propuestas presentadas en la convocatoria.

“Nos parece destacable que un equipo tan pequeño como el nuestro, liderado por una mujer arquitecta y conformado por estudiantes universitarios, haya logrado posicionarse frente a oficinas mucho más grandes y consolidadas en este tipo de concursos. No es algo que ocurra todos los días”, reflexionan los estudiantes de Arquitectura USACH tras el reconocimiento.