A mediados de abril, el arquitecto y docente español Antonio Abellán se reunió con el vicedecano de Investigación y Postgrado, Rodrigo Martin, y un grupo de estudiantes de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) en el marco de una visita académica.
Durante su paso por la institución, participó en sesiones de taller y compartió reflexiones sobre proyectos, metodologías y enfoques contemporáneos en arquitectura. Su presencia fue una oportunidad valiosa para el intercambio de ideas en torno al rol del arquitecto frente a los desafíos sociales, ecológicos y territoriales actuales.
Antonio Abellán (Murcia, 1973), arquitecto por la Universidad de Navarra con el Premio Luis Moya al mejor Proyecto Fin de Carrera, es profesor asociado del Área de Proyectos Arquitectónicos en la Universidad de Alicante y una figura destacada por su enfoque ecosocial, patrimonial y pedagógico en la arquitectura contemporánea. A lo largo de su trayectoria ha combinado el ejercicio profesional con una intensa actividad docente y una práctica crítica ligada al territorio, los recursos comunes y la sostenibilidad.
Su visita a la USACH en 2025 dejó en él una impresión profundamente positiva del aula y sus estudiantes. Destacó la riqueza de enfoques y compromisos que conviven en la escuela: desde la atención a problemas técnicos locales de enorme urgencia hasta miradas ecologistas y paisajísticas, pasando por sensibilidades gráficas y disciplinares más universales. Abellán valoró especialmente el clima natural de convivencia entre esas diversas miradas, algo que —según comentó— no es habitual en todas las universidades españolas y latinoamericanas.
Reconociendo también los desafíos pedagógicos, señaló que uno de los grandes retos que enfrentan estas nuevas generaciones —tanto en Chile como en España— es desarrollar metodologías y repertorios de respuestas proyectuales que acompañen con igual profundidad la apertura de nuevas preguntas. Consideró que este desafío es, al mismo tiempo, una oportunidad para construir una docencia más significativa, creativa y transformadora.
En sus palabras: “Me pareció a la vez extraño, en el sentido de anómalo, esa variedad de enfoque y habilidad entre compañeros y proyectos dentro del mismo aula con total naturalidad”. Invitó, además, a seguir fortaleciendo ese espacio fértil para el cruce entre compromiso, territorio, arquitectura y pensamiento.