El documento resume la petición para declarar el Ex Teatro Libertad como Monumento Nacional, iniciativa impulsada por organizaciones sociales con el apoyo de FARAC, FACIMED para proteger el edificio y rescatarlo por su valor arquitectónico, cultural y simbólico.
En un esfuerzo conjunto, las facultades de Arquitectura y Ambiente Construido (FARAC) y la de Ciencias Médicas (FACIMED) del plantel, presentaron el documento que resume el proceso de declaratoria de Monumento Nacional al Ex Teatro Libertad.
El evento que reunió a las principales autoridades de ambas unidades mayores contó con la exposición del Premio Nacional de Arquitectura 2019 y Honoris Causa de la Universidad de Santiago de Chile, Sr. Miguel Lawner. Participaron, además, representantes de organizaciones sociales y comunitarias como Zona Típica Población Vivaceta Norte y Sur, y Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales.
En la significativa jornada que reunió a estudiantes, vecinas/os y miembros de la comunidad, se presentó un emotivo video que rindió homenaje al Ex Teatro Libertad, un ícono del cine y la vida barrial de la comuna de Independencia, en Santiago. La FARAC y FACIMED, junto con Adrián Torres presidente de la organización Población Vivaceta Norte y Sur, destacaron los esfuerzos conjuntos realizados para impulsar la recuperación del patrimonio y el fortalecimiento del tejido social simbolizados en el ex Teatro.
En el video, académicos como Jorge Atria y María Victoria Correa, así como estudiantes y tituladas de arquitectura, expresaron sus recuerdos, experiencias y opiniones sobre el Teatro Libertad como patrimonio, describiendo la importancia de algunos edificios como espacios de uso comunitario y que refuerzan la identidad de las personas con el territorio.
Para muchos, el teatro representó más que entretenimiento: fue un punto de encuentro comunitario, un lugar donde la vida de barrio se entrelazaba con la cultura y la amistad. “Mirar al teatro trae recuerdos de las primeras películas, de la confitería, y de cómo solíamos disfrutar tres películas por 30 pesos”, señaló una de las personas.
Durante el evento, Miguel Lawner, Arquitecto, Premio nacional de Arquitectura y Honoris Causa de la Universidad de Santiago de Chile, reflexionó sobre el impacto del teatro – cine en generaciones pasadas: “El cine fue una parte esencial de nuestra infancia y juventud. Cada semana esperábamos con ansias la próxima sesión, y los teatros, como el Libertad, marcaron nuestra identidad. Recuperar estos espacios no solo honra el pasado, sino que los proyecta hacia el futuro como símbolos vivos de nuestra historia”.
Rodolfo Jiménez, Decano de la FARAC, destacó la importancia de preservar el patrimonio como un acto colectivo “Un edificio se convierte en un lugar patrimonial cuando una comunidad le otorga valor. Como arquitectos, tenemos el desafío de construir el patrimonio del futuro, reinterpretando los lugares en función de su historia y su relevancia para las personas”. Por su parte, Alejandro Guajardo, decano de FACIMED enfatizó en “el vínculo que tiene la vivienda, los barrios, la calidad de vida y por consiguiente, como esto impacta en la salud”.
Adrián Torres, académico de la Facultad de Ciencias Médicas y presidente de la organización Zona Típica Población Vivaceta Norte y Sur, subrayó la relevancia del teatro en el desarrollo del barrio: “El Teatro Libertad fue parte fundamental de la vida cívica y democrática de nuestra comunidad. Su restauración no solo es una iniciativa cultural, sino también un acto de memoria y cohesión social”.
La participación de la academia, junto con actores sociales y políticos, refuerza la visión interdisciplinaria de esta iniciativa que busca hacer del Ex Teatro Libertad un referente cultural contemporáneo. La Universidad Tecnológica Metropolitana y la Escuela de Obstetricia de la USACH también se sumaron a los esfuerzos, consolidando una alianza estratégica para fortalecer las bases de la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional.
Con el respaldo mayoritario de distintas entidades políticas y sociales, la recuperación del Teatro Libertad avanza como un modelo de cooperación. La colaboración entre facultades y las organizaciones comunitarias confirma la importancia del trabajo colectivo para mantener vivo el patrimonio, ofreciendo nuevas oportunidades para las próximas generaciones.